Los datos respaldan esta afirmación con claridad. En el municipio bonaerense de San Miguel, se implementa una política pública desde hace una década que busca influir en las decisiones de mujeres embarazadas que consideran abortar.
Esta estrategia implica detectar y hacer siguimiento a estas mujeres, utilizando métodos como mensajes de WhatsApp, imágenes de fetos, y visitas casa por casa con un ecógrafo para que escuchen los latidos del corazón del feto. Este modelo de intervención se realiza desde el “acompañamiento”, pero en la práctica implica un hostigamiento y manipulación dirigidos a desalentar el aborto.
Además, se señala que esta política, ideada por el pediatra y presidente de la Asociación Civil Concordia, Pablo de la Torre, ha sido exitosamente aplicada en San Miguel y ahora se pretende extender a nivel nacional. De la Torre, actual Secretario Nacional de Niñez y Familia, es uno de los principales impulsores de esta estrategia.
Ante la contundencia de la evidencia presentada, podemos afirmar que la noticia es verdadera y que en San Miguel se lleva a cabo un programa para evitar abortos casa por casa.
Según pudimos chequear con fuentes oficiales, también es verdadera la información que asegura que en 2022, 481 mujeres con domicilio en San Miguel tuvieron que recurrir por su cuenta a otras jurisdicciones de la provincia.
“Nos detonan a los municipios vecinos: son cerca de medio millar de prácticas anuales de IVE/ILE que resuelven otros distritos con el costo de sobrecarga que eso significa”, señaló una funcionaria de Salud provincial.
En 2022 a José C. Paz se derivaron 257 de los casos, a Moreno, 84, a Pilar, 58, a General San Martín, 26, a Morón 24, entre otros lugares.
