En un ranking suizo que mide distintas variables de competitividad, la Argentina es poco competitiva y se sitúa en el puesto 62 de un total de 63 países. Los primeros puestos son para Singapur, Dinamarca y Suiza.
Este ranking anual se realiza hace 30 años y toma 340 criterios. Dos tercios se basan en datos estadísticos y un tercio en encuestas.
Incluye en su análisis cuestiones como desempeño económico, eficiencia para los negocios, eficiencia del Gobierno e infraestructura.
Este año una cuestión a evaluar en relación a la eficiencia se relaciona a la respuesta a la pandemia de Coronavirus- Asimismo, se analizan las posibilidades de reactivar la economía, el empleo y la ayuda a los sectores más vulnerables. También se evaluó la necesidad de regresar a los mercados de crédito y reabrir las fuentes de financiación en caso de reestructurar la deuda.
Si bien la Argentina obtuvo su mejor puntuación en infraestructura, logrando allí el puesto 52, el resto de las variables se presentan como desafíos. De esta manera, la ubicación en el ranking muestra una caída en un puesto respecto del año pasado y de 6 en relación a 2018.
Además, este año también se incluyeron criterios que observan la importancia de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Es decir, los objetivos sostenibles acordados para cumplirse en 10 años como la educación, medio ambiente, inclusión, empoderamiento, envejecimiento y salud.
La mirada global
Según el ranking elaborado por IMD, el tamaño y liderazgo de los países son de los puntos más importantes, en tanto situó a las economías más pequeñas en los primeros lugares. Así, en el primer lugar se encuentra Singapur, en segundo lugar, Dinamarca, en tercer lugar Suiza, cuarto Holanda y quinto Hong Kong.
En este sentido, América Latina como región se sitúa entre los menos competitivos. El mejor ubicado es Chile (puesto 38), y le siguen Perú (52), México (53), Colombia (54), Brasil (56) y, en las últimas dos posiciones, Argentina (62) y Venezuela (63).
Así, el Director del Centro de Competitividad Mundial IMD y Profesor de Finanzas, Arturo Bris, explica:
“El beneficio de las pequeñas economías en la crisis actual proviene de su capacidad para combatir una pandemia y de su competitividad económica. En parte, esto puede alimentarse por el hecho de que es fácil encontrar en ellas el consenso social.”
En el informe, se hace hincapié en que los países mejor calificados comparten un buen desempeño en cuestiones como: comercio internacional y la inversión, el empleo, la apertura de las sociedades, las medidas relacionadas con la estabilidad política y la igualdad social y de género.
Ezequiel Casartelli
Director Desmiento - Licenciado en Ciencia Política • Máster en Análisis de la Opinión Pública, Encuestas, Medios de Comunicación y Nuevas Tecnologías • Diplomado en Comunicación Política • Especializado en Data Intelligence.
