Lo anunció por cadena nacional en medio de cacerolazos en distintos puntos del país que mostraban disconformidad con su gestión. Así, el alto mandatario de Brasil echó a su ministro de salud Luiz Mandetta. Con quien había tenido grandes diferencias sobre el abordaje de la pandemia. En su puesto, asumirá ahora el oncólogo Nelson Teich, un amigo cercano del presidente.
Desde hace tiempo que el actual presidente brasileño cosecha opositores a su gestión. Y su manejo de la pandemia fue un punto central de fricciones, no sólo con la ciudadanía, sino también con los gobernadores y sus propios funcionarios.
En reiteradas ocasiones el mismo presidente había roto la cuarentena tras un viaje e incluso ha defendido el uso de cloroquina para tratar los síntomas de covid-19. Tras la muerte de 11 personas que fueron tratadas con altas dosis del medicamento, debieron cancelar los estudios.
En línea con la postura de su par estadounidense, Donald Trump, Bolsonaro ha puesto en duda desde un primer momento las consecuencias epidemiológicas y sociales del covid-19 y ha actuado a contramano de las sugerencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
UNA POSTURA FIRME
Asimismo, el presidente brasileño en medio del anuncio del “divorcio consensuado” con su ex ministro de Salud Mandetta, volvió a hacer alusión a la necesidad de mantener las actividades con normalidad. “En forma gradual debemos abrir el empleo en Brasil. La gran masa de humildes no puede quedarse en casa. El gobierno no tiene cómo mantener este auxilio de emergencia por mucho tiempo”, anunció en cadena nacional.
En su discurso resumió su posicionamiento sobre la incidencia del Estado en las políticas públicas del país y su postura frente a los gobernadores de los estados brasileños.
Por un lado, hizo referencia a que su gobierno “no es una fuente de socorro eterno”, por lo que no adhiere a políticas de ayuda económica a las empresas e individuos mientras transcurre la crisis ocasionada por la pandemia.
Por otro lado, muestra una clara oposición a las medidas de cuarentena y distanciamiento social.
Expresa que eso iría en contra de las libertades individuales y señala duramente a quienes tomaron esas medidas en su gobierno:
“nunca me consultaron sobre lo que iban a hacer pero el precio será alto”.
Una encuesta publicada por Datafolha indicó que el 76% de los encuestados apoyaba el trabajo del Ministerio de Salud durante la pandemia. Por contraparte sólo un 39% desaprobó la postura de Bolsonaro.
Mientras tanto, los últimos informes indican que en Brasil ya son 30.961 los infectados por coronavirus y el número de fallecidos asciende a 1.956.
Ezequiel Casartelli
Director Desmiento - Licenciado en Ciencia Política • Máster en Análisis de la Opinión Pública, Encuestas, Medios de Comunicación y Nuevas Tecnologías • Diplomado en Comunicación Política • Especializado en Data Intelligence.
