La radiografía social muestra un paisaje complejo. Mientras el 52.7% de los argentinos aprueba la gestión presidencial, un número significativo cuestiona los fundamentos ideológicos del proyecto libertario. Solo el 31.7% de los ciudadanos percibe una mejora en su situación económica personal, pero la expectativa de cambio se mantiene.
“El gobierno encuentra su oasis de estabilidad cuando la economía aparece controlada”, señala el informe. Y los números parecen darle la razón. La aprobación presidencial ha oscilado entre el 42% y 45% durante el año, con un reciente repunte hasta el 47%.
Puntos de máxima tensión
Los datos revelan una sociedad profundamente dividida en temas ideológicos:
– El 80.7% rechaza la idea de que “el Estado no debería existir”
– El 59.5% se opone a la privatización total de empresas estatales
– El 65.7% defiende el matrimonio igualitario y la Ley de Identidad de Género
Más allá de los números, el informe destaca un fenómeno político singular: la ciudadanía mantiene cierta expectativa económica, a pesar del escepticismo sobre otros aspectos de la gestión.
Radiografía de una sociedad escéptica
El 46.3% cree que el país va en la dirección correcta, pero los puntos débiles del gobierno son evidentes. Según el estudio, existen “déficits considerables” en transparencia, seguridad y educación pública.
Un dato revelador: el 60.6% de los argentinos “siente que nadie los representa en términos políticos”, lo que sugiere un profundo malestar con el sistema tradicional.
Mirando al futuro
Los investigadores anticipan un escenario favorable para el oficialismo en las próximas elecciones legislativas de 2025. Las condiciones: control de la inflación y una oposición fragmentada.
“Argentina parece sumida en un inmenso ‘wait and see’, estirando su paciencia bajo una sola consigna: la performance económica lo es todo”, concluye el informe.
La pregunta que sobrevuela es si este equilibrio frágil podrá sostenerse. Por ahora, los argentinos observan, esperan y se dividen.