En vísperas de la interna radical bonaerense, el candidato a destronar el oficialismo, Gustavo Posse realizó picantes definiciones. En una entrevista al medio Letra P, el intendente tiró munición pesada con las autoridades de la UCR. Además, cuestionó la falta de carácter para conducir el partido boina blanca.
A menos de un mes para que se decida el destino del comité provincial, el candidato opositor se diferenció del oficialismo. El radicalismo debe “Volver a ser un partido con decisión, carácter independiente, vocación frentista y a lo que es, una de las dos organizaciones nacionales que tiene el país”, afirmó.
Según explicó; “El partido debe liderar al frente, con los socios que tenemos y con los que podemos ampliar. Hablo de un radicalismo como socio pleno, dejar de ser un partido manejado desde afuera (…) bajo reglas de sumisión y servilismo”, disparó.
En este sentido, resaltó que en el caso de ganar, sería muy difícil lograr acuerdo con el hoy, oficialismo. “Es muy difícil producir un acuerdo interno con quien fue sumiso y servil”, aclaró. ¿Qué van a acordar con vos? ¿Qué de acá en adelante sigan en el cargo algunos de los que estuvieron en 2016 y 2018 y que van a dejar de ser sumisos y serviles?
“Con la servilidad y sumisión no hay acuerdo. Yo soy radical, soy pecador, lo que quieras, pero la sumisión, no”.
En cuanto a la conformación del frente Juntos por el Cambio, Posse manifestó, “Cualquier frente tiene que tener la vocación de ampliarse. Hay algo muy importante: el PRO nunca debe ver que en el dominio del radicalismo puede estar su crecimiento como fuerza nacional”.
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Los errores de Cambiemos
En este sentido, Posse remarcó que “Uno de los errores del anterior gobierno fue no aprovechar a quienes dejaban de ser intendentes, sobre todo a los más experimentados del radicalismo, para ser ministros”.
“Fue una búsqueda azarosa de gente sin experiencia. Y no es lo mismo estar en una empresa que en la función pública. Es otra jineteada, te saca del caballo no conocer eso”. Y agregó, “fue un acto de inseguridad no ser generoso con el radicalismo para aprovechar a los intendentes que dejaban de serlo en ese momento y que tenían tanta experiencia; eso es un acto de inseguridad y, por tanto, de falta de grandeza. Y se perdieron las elecciones”.
A su vez, el intendente no dudó en decir que la relación del frente en la provincia fue “patológica” y de un “dominante-dominado” muy difícil de retornar. “Es una relación patológica que se crea entre una Vidal dominante y un radicalismo representado por sus autoridades, el presidente (Salvador), el secretario general (Abad)”.
Por último, explicó que la interna radical busca la renovación. “Renovación para producir una fuertísima unidad con una amnistía para seguir conformando cuadros y poniendo en valor precandidatos para que después puedan ser candidatos, para ir a unas PASO dentro de un frente”.