La decisión, que se formalizará a través de un decreto, fue justificada por el rechazo a la gestión de la pandemia y por el alto costo de pertenencia al organismo, estimado en 10 millones de dólares anuales.
«El presidente instruyó al canciller Gerardo Werthein para retirar a la Argentina de la OMS», confirmó el vocero presidencial Manuel Adorni. «Las recetas de la OMS han demostrado ser ineficaces y guiadas por intereses políticos, no por la ciencia», agregó, señalando que el organismo impulsó «una de las mayores catástrofes económicas de la historia mundial» con sus medidas de confinamiento.
Milei, por su parte, calificó a la OMS como «el brazo ejecutor del mayor experimento de control social de la historia» y reafirmó su postura contra los organismos internacionales.
En los últimos meses, Argentina ya había congelado su participación en la Agenda 2030 de la ONU y rechazado el acuerdo de pandemias propuesto en Ginebra. Ahora, el gobierno evalúa su continuidad en otros pactos multilaterales, incluyendo el Acuerdo de París sobre el cambio climático.
