En medio de la euforia por la victoria aplastante del presidente Nayib Bukele y su partido Nuevas Ideas en las recientes elecciones de El Salvador, surgen preocupaciones sobre el futuro del país en materia democrática. Si bien Bukele ha obtenido un segundo mandato presidencial mediante artilugios legales, muchos advierten que este hecho podría sentar un precedente peligroso para la estabilidad democrática de la nación.
La polémica se centra en la interpretación de la Constitución salvadoreña que permitió a Bukele presentarse a un segundo mandato consecutivo tras obtener un dictamen favorable del Tribunal Supremo. Según este dictamen, Bukele podía optar por la reelección si tomaba una licencia de seis meses antes de los comicios, lo cual hizo, al menos sobre el papel.
Sin embargo, críticos y expertos constitucionalistas advierten que esta decisión abre la puerta a un escenario de reelección indefinida, poniendo en riesgo los principios fundamentales del sistema democrático. Al permitir que un presidente pueda eludir la limitación de mandatos mediante la toma de licencias estratégicas, se crea un precedente peligroso que socava la alternancia en el poder y fomenta la concentración de autoridad en una sola persona.
“Si bien la reelección de Bukele puede ser convalidada mediante artilugios legales, es de igual modo peligrosa porque abre la puerta a un mandato de reelección indefinida”, señaló un experto constitucionalista que prefirió mantenerse en el anonimato. “Con licencias de seis meses antes de los comicios, bastaría para presentarse a elecciones consecutivamente, lo que representa una amenaza para la democracia salvadoreña”, agregó.
Ante estas preocupaciones, diversos sectores de la sociedad civil y la oposición política han instado a la ciudadanía a estar atenta y vigilante ante cualquier intento de vulnerar los principios democráticos y constitucionales. En un momento crucial para el futuro de El Salvador, la defensa del Estado de derecho y la separación de poderes se erigen como pilares fundamentales para garantizar la estabilidad y la prosperidad del país en los años venideros.
Ahora bien, ¿Es inconstitucional?
La respuesta a la afirmación vertida por el periódico británico “The Economist” es mayoritariamente no. Aunque la respuesta no es contudente si no vertida desde un amplio manto de interpretaciones diversas.
En la Constitución de la República de El Salvador, existen disposiciones que limitan la reelección presidencial. Específicamente, se encuentran en los Artículos 152 y 186 de la Constitución vigente, que fue promulgada en 1983 y reformada en 2014. A continuación, el textual de estos artículos:
Artículo 152:
“El Presidente de la República durará en su cargo cinco años y podrá ser reelegido para el período inmediato, pero no para el subsiguiente.”
Artículo 186:
“La elección de Presidente de la República se hará por sufragio universal, directo y secreto. La reelección presidencial sólo podrá tener lugar después del intervalo de un período constitucional.”
La verdadera democracia… https://t.co/gGZab7t6Vp
— Nayib Bukele (@nayibbukele) February 5, 2024
Sobre la reelección de Bukele:
1 – Históricamente, la Constitución de El Salvador ha limitado la reelección presidencial a un solo período consecutivo.
2 – Si Bukele obtuvo un dictamen del Tribunal Supremo que le permitió presentarse a un segundo mandato consecutivo tras tomar una licencia de seis meses, esto podría ser objeto de debate constitucional.
3 – Sería necesario revisar el fallo del Tribunal Supremo y analizar si se ajusta a los principios constitucionales establecidos en la Carta Magna de El Salvador. La interpretación de la constitucionalidad de esta situación podría variar según la interpretación de la Constitución y las leyes aplicables.