El dólar paralelo o blue, se ubicó este martes en $161 y aumentó $17 en tres días. Desde el Ejecutivo nacional comienzan a mirar de reojo y con preocupación la tendencia. No obstante, distintos economistas atribuyen el salto a la salida de capitales y a las presiones que esto genera.
El crecimiento fue rápido y constante. Concretamente, fueron $22 en poco más de dos semanas, tras tocar mínimos de $139 el miércoles 7 de abril. Esto lleva la brecha entre el oficial y el paralelo arriba del 70%.
Según explican los expertos, el incremento ocurre luego de varias jornadas con subas ininterrumpidas de los tipos de cambio financieros oficiales. Esto tiene explicación por un proceso de dolarización por parte de grandes fondos extranjeros en posesión de títulos en pesos, que buscan salir del país.
Concretamente, serían las firmas Templeton y PIMCO las que provocaron los movimientos. Las mismas estarían aceleran el cambio de sus posiciones últimos días. Lo que se materializó en operaciones de importantes volúmenes del contado con liquidación (CCL) para sacar divisas al exterior.
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Asimismo, también varios economistas coinciden en que el valor del blue estaba “excesivamente bajo”.
“Así como la cotización de 195 pesos había representado un exceso en la suba, la de 138 había sido también excesiva a la baja. A ese precio, quienes tenían previsto vender dejaron de hacerlo y hasta empezaron a caer las inversiones en construcción porque hacer un arreglo en la casa dejaba de convenirles”, explica Christian Buteler.
“No es lógico que el blue, un dólar que se compra en las cantidades que se desean y sin mostrarle nada a la AFIP, cotice por debajo de los dólares bursátiles”, agregó.
La inflación, pandemia y dólar
En este sentido, Buteler explicó que “No hay un factor excluyente, sino varios. Por un lado, la percepción de que estaba bajo hizo que la demanda se incrementara un poco. A eso hay que sumar hechos como una inflación mensual del orden del 4% y que no afloja, algo inconsistente con un dólar estable”.
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A su vez, “en los últimos días se sumó la complicación del panorama sanitario y la percepción de que eso puede llevar a nuevos cierres de actividades y a un impacto sobre las arcas públicas a través de mayores gastos y menores ingresos. Para el Banco Central, claro, ese escenario implicaría la circulación de más pesos en la calle”.
Por último, el economista remarco la diferencia entre el dólar oficial y los paralelos. “En lo que respecta a los dólares bursátiles, el Banco Central sigue interviniendo y manteniéndolos bajos. Algo que será posible mientras sigan entrando dólares en la temporada de exportaciones de soja. Sin embargo, esa estrategia también tiene como obstáculos la evolución de la inflación y el hecho de que ese flujo de divisas no es ilimitado”.