Ante la suba de casos y el estrés que está sufriendo el sistema sanitario, el Gobierno Bonaerense insistió en la necesidad de medidas más fuertes. Concretamente, lo que están proponiendo es un cierre total por 15 días, que solo exceptué a esenciales. Lo que se conoció como Fase 1 en 2020.
El pedido había sido del propio Axel Kicillof, a principios de abril, antes que se dicten las últimas medidas. Sin embargo, desde Casa Rosada decidieron tomar medidas menos estrictas. Sobre todo teniendo en cuenta el roce con el Gobierno de Ciudad.
Ayer en declaraciones a la prensa, el ministro de Salud bonaerense Daniel Gollan, insistió. “Estamos en una situación crítica y necesitamos medidas drásticas, de 15 días por lo menos, con un cierre muy fuerte de la circulación de personas y, por lo tanto, del virus”, declaró.
Siempre referenciando al AMBA como el espacio más crítico, el ministro aseguró que era “buena señal”, el cambio de discurso por parte del Gobierno de la Ciudad. Es “esperanzador que anoche (Fernán) Quirós reconociera el grado de gravedad, y que se habían equivocado en las proyecciones, porque eso nos va a permitir tomar medidas mucho más contundentes”.
Hay que dictar un DNU sobre todo el territorio con regulaciones de caracter general que imponga una estricta cuarentena, disponga los recursos monetarios para auxiliar economicamente a la poblacion afectada en sus ingresos y declare recursos escenciales al oxígeno y todos
— Leopoldo Moreau (@MoreauLeopoldo) April 26, 2021
“El AMBA es una única unidad sanitaria y epidemiológica y no podemos trabajar separados”, explicó.
Gollan advirtió que en algunas regiones del Área Metropolitana “hay un 85 por ciento de ocupación”. Y esta situación implica tener hospitales que “por momentos llegan a estar al 110 por ciento de ocupación porque, por ejemplo, quedan 3 camas, llegan 10 pacientes en un rato. Ubicás a 3 en las camas libres mientras a los otros los sostenés hasta que buscás la derivación, pero ahora, las derivaciones cada vez cuestan más”.
El interior bonaerense
En este sentido, el ejecutivo provincial también manifestó su preocupación. “Este año hay que focalizar de acuerdo a la realidad epidemiológica, no obstante, ayer nomás fueron una docena los intendentes – y en esto no hay diferencia según colores políticos-, que nos llaman para bajar de fase, porque les está pasando lo mismo que en el AMBA”, graficó.
Es que en la provincia de Buenos Aires las clases presenciales se suspendieron en 32 distritos del AMBA y en tres del interior: Castelli, Zárate y Bolívar.
En el resto, aunque continúa la presencialidad, algunos jefes comunales como el de Tandil dispuso mayores restricciones a la circulación. El mismo estableció que los comercios sólo pueden permanecer abiertos hasta las 18.
Por último, Nicolás Kreplak, se alineó en este sentido y marcó la necesidad de “reducir la cantidad de casos para que el sistema de salud logre atender a todos”. Al tiempo que admitió que es un objetivo que hasta ahora es “muy difícil de conseguir”.