El ministro de Producción, Matías Kulfas, anunció que el Gobierno nacional estudia una nueva ley de promoción a los biocombustibles. La misma tendría menos beneficios para los producidos a base de soja y maíz. La medida se toma puesto que la suba internacional de esos commodities se trasladaría a los surtidores.
En octubre pasado, el Senado había prorrogado por unanimidad hasta 2024 la ley que incentiva la generación de biocombustibles con mejoras impositivas y cupos de uso obligatorios. La misma había sido sancionada en 2006 y buscaba incentivar la producción de combustibles ecológicos.
Los legisladores de provincias productoras de biocombustibles vienen reclamando al Gobierno una nueva ley. Si bien, Alberto Fernández se comprometió a confeccionarla, aún están en los lineamientos generales con Kulfas. A su vez, desde las provincias productoras, le reclamaron que no incluyó el tema en las Sesiones Extraordinarias.
Lo que si anticiparon desde La Rosada, es que el Presidente extendería los beneficios que vencen en mayo sólo por un año. Luego los dejaría sujetos a la cotización de los granos utilizados para la producción. Todo con el objetivo de no sumar aditivos a la inflación.
En cuanto a la mayor preocupación de los productores por la suba de los commodities, se encuentra el precio de la soja. La cotización del grano superó los 500 dólares la tonelada y es la materia prima del biodiésel, que la ley vigente obliga a usar en un corte del 10% en las naftas.
“Cuando se sancionó la ley, el precio del crudo estaba en alza y al poco tiempo pasó los 100 dólares. Hoy es una pérdida producir con granos”, señalan en las provincias extractivitas.
Mientras que los exponentes del bio, usan la infraestructura de las grandes petroleras para exportar.
Nuevos biocombustibles
Según los trascendidos y de acuerdo a los pedidos de las provincias, la nueva ley “restringiría también la producción del bioetanol a base de maíz”. Esta última con mucha presencia en Córdoba la que tendría un corte del 12%.
No obstante, alentaría el que se elabora a base de azúcar, convertido en una fuente de ingresos de los 21 ingenios, 15 de ellos con sede en Tucumán. El gobernador Juan Manzur se lo reclamó a Alberto Fernández la última vez que lo recibió.
Por otro lado, también se buscará generar otras variantes de biocombustibles. Así como lo son los compuestos con desechos orgánicos y algas marinas como el biogás. Sumamente importantes en la búsqueda de una menor emisión de gases de efecto invernadero, según las exigencias internacionales.