Como ya se informó, en 2021 el Gobierno bonaerense descongelará las tarifas de servicios eléctricos. Sin embargo, antes de eso, la gestión Kicillof pondrá en marcha un software desarrollado para evaluar de forma pormenorizada el desempeño y la eficiencia de las empresas. Dichos conceptos serán claves para habilitar el aumento de precios.
Asimismo, las eléctricas deberán informar al órgano de control, la real inversión prevista y ejecutada. La misma tendrá carácter de declaración jurada y de no cumplirse o mentir en los datos, sufrirán multas y penalizaciones.
La gestión Vidal fue la administración bonaerense que más aumentos de tarifas habilitó. Sin embargo, los apagones fueron moneda corriente. Cuestión que planteaba interrogantes sobre la inversión de las empresas.
En este contexto, el propio Gobierno de Cambiemos, solicitó en 2017 que se realice un Sistema de Contabilidad Regulatoria que incluyera el seguimiento de la ejecución de inversiones. Para esto, se contrató a una consultora, pero nunca se implementó.
Ya en el primer año de gestión Kicillof, desde la Dirección Provincial de Energía y el Organismo de Control (OCEBA), pidieron acelerar la concreción de un software capaz de evaluar el desempeño y nivel de eficiencia de las distribuidoras. Agregando además, la estructura contable de las mismas.
Dicho sistema se puso en marcha este año y obligó a las empresas a cargar todos los datos a partir del 1 de enero. Por el momento solo alcanza a las distribuidoras más grandes, Edelap, EDES, EDEA y EDEN. Las municipales lo harán desde el 1 de julio y las de menos de 5 mil usuarios, a partir de 2022.
Puntos de control
Marcelo Juiz, titular de OCEBA, contó que el sistema de control se basa en cuatro pilares. El primero es la contabilidad regulatoria. El segundo son los indicadores operativos, tales como la cantidad de empleados que posee cada empresa, en contraste con la cantidad de energía vendida.
El tercero es el inventario físico. Con esto, la Provincia podrá saber qué tiene cada compañía. Eso incluye el número de postes, de qué material están hechos, los kilómetros de línea de baja, media y alta tensión tendidos, entre otros datos.
El cuarto y último pilar son las unidades constructivas. Esto aplica al momento en que una empresa necesite hacer alguna inversión en una instalación nueva. Gracias a este ítem, el Gobierno podrá saber qué elementos componen esa nueva inversión y cuál es su costo marginal.
Con todos estos datos, la gestión Kicillof tendrá una importante herramienta. A través de esta, podrá decidir si autoriza los aumentos de tarifas o no. Asimismo, podrá instar a las energéticas a invertir en los sitios donde presten peor servicio.