ActualidadOpiniónPortadaLos liderazgos humanistas, a la vuelta de la esquina

Entiendo a la política como ese dominio en el que conviven la capacidad de acción de los juegos del poder y un conjunto de actores más o menos representativos y portadores de ciertos atributos de posicionamiento. En este marco y con mayor o menor grado de legitimidad, emergen y se instalan los liderazgos políticos.

Entre grietas variopintas, una creciente falta de credibilidad y una infame presión mediática, este año, los líderes políticos asumieron responsabilidades inusitadas. En un escenario en el que todo va de mal en peor, bien les vendría transitar una señal de esperanza. Ya lo dijo Freud luego de la guerra: “Lo construiremos
todo de nuevo”. Creo que el año que estamos despidiendo, nos puso ante la oportunidad de hacerlo mejor.

Veremos quiénes están a la altura de estas circunstancias. Sospecho que la clave no está en las promesas que los líderes puedan dirigirnos o en los apoyos que reciban de la opinión pública y de los electores y ciudadanos. De eso ya hubo mucho y está visto que no es el camino. Hoy, más que nunca antes en la historia, cobra especial relevancia la congruencia entre el decir y el hacer, ese encuentro ontológico del cual emerge una persona, en este caso un líder político.

La pandemia evidenció cuán preparados -o no- estaban estos líderes. Y no hablo de cuestiones cognitivas y/o intelectuales, sino de otro tipo de inteligencias, como por ejemplo, aquella que identificamos en el orden de las emociones o la que permite crear relaciones de confianza y sostenerlas en el tiempo, entre otras.

Cuán flexible, empático, claro, asertivo, abierto al aprendizaje y resiliente es un líder, es un interrogante propio de la gestión humana. Sospecho que en la pospandemia, esta pregunta debería encabezar la lista de preguntas que cualquier ser humano con aspiraciones políticas, se haga a sí mismo.

Este año, el entorno VICA (volátil, incierto, complejo y ambiguo) nos llevó bien lejos. Dejó más clara que nunca la importancia de la flexibilidad. Se desnudó obscenamente ante todos nosotros. Fue VICA, como nunca antes. Y aún así, evidenció retos, desafíos y grandes oportunidades para el futuro.

Los liderazgos humanistas están a la vuelta de la esquina. Si quieren liderar, prueben por ahí.