El Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) presentó el día de ayer el informe sobre la situación en el tercer trimestre del año. En los resultados, exponen que el 34,9% de los hogares y el 44,2% de las personas se encuentran por debajo de la línea de la pobreza. Lo que significa aproximadamente, 20 millones de personas.
Los números son superiores a los de igual periodo del 2019, que se registró un 32,1% y 40,8% respectivamente. En los causales, se expone que la pandemia por coronavirus es el principal motivo. A la vez, afirman que los números hubiesen sido mayores si el Estado no implementaba medidas de ayudas para enfrentar la situación.
“Bajo el escenario de crisis Covid-19, las capacidades monetarias de los hogares experimentaron un deterioro abrupto y pronunciado. Esto provocó un efecto regresivos sobre la pobreza y la indigencia”, señala el informe.
La situación de pobreza, en términos de ingresos, tiende a estancarse y/o agravarse en la Argentina Urbana. En 2020, la indigencia alcanzó a 7,3% de los hogares y a 10,1% de las personas. La pobreza alcanzó a 34,9% de los hogares y a 44,2% de las personas. pic.twitter.com/5uwyuNUtvo
— Observatorio de la Deuda Social Argentina (UCA) (@ODSAUCA) December 3, 2020
“El nuevo escenario paralizó aún más la inversión, los consumos y la demanda de empleo en la economía formal. A la vez, frenó toda expectativa de reactivación, afectando especialmente a la pequeña y mediana empresa. Profundizando la relación entre informalidad económica, pobreza y exclusión social”, agrega.
“Sin la AUH, el IFE, la Tarjeta Alimentar y el resto de los subsidios, la indigencia hubiera sido el doble y la pobreza hubiese trepado al 53%”, aseguró el director del Observatorio, Agustín Salvia.
Los datos
La Encuesta de Deuda Social Argentina (EDSA), arrojó que entre julio y octubre, el 34,9% de los hogares y 44,2% de las personas se encontraban bajo la línea de la pobreza. Mientras que 7,3% de los hogares y 10,1% de las personas eran indigentes. Son los números más altos de la última década.
Por otra parte, en el estudio remarcaron que este año existió un “fuerte incremento de la pobreza estructural”. Esto provocado por el aumento en las carencias experimentadas en los hogares. Concretamente, pasó de 21,4% a 27,3% a nivel de la población.
En cuanto a la segmentación etaria, el 64,1% de los niños/as y adolescentes viven en hogares con ingresos por debajo de la línea de pobreza. Mientras que el 16% reside en hogares con ingresos que se encuentran por debajo de la frontera de la indigencia.
Para la UCA, los nuevos pobres provienen principalmente de hogares que, en 2019 ya presentaban condiciones de vulnerabilidad.
Entre 2019 y 2020, cayeron en situación de indigencia y pobreza, un 10,3% y 13,7%, respectivamente. En tanto que las ayudas sociales brindaron “un piso mínimo de ingresos” pero fueron “insuficientes”. Y además, “no llegaron a todos los que sufrieron pérdidas de ingresos”, concluye el informe de la UCA.
