El relevamiento corresponde al mes de mayo y afirma que pasó de un 7,4% a un 19,3% de acuerdo a la encuesta que realiza el Observatorio de la Deuda Social de la UCA. A mediados del año pasado las personas en esta situación era de 12 puntos porcentuales menos de acuerdo a este panel que sigue la evolución de 500 hogares en el AMBA.
Solo en la ciudad de Buenos Aires, antes de la cuarentena había 703 mil porteños bajo la línea de pobreza (uno de cada cuatro) y 248 mil estaban al borde de caer. Atribuyen que por las restricciones para trabajar se desplomaron los ingresos de los trabajadores, en particular los informales.
“La política de aislamiento social, preventivo y obligatorio en contexto de pandemia generó alteraciones de gran magnitud en un escenario laboral que desde hace varias décadas presenta un alto nivel de precariedad y exclusión” afirma.
El inédito contexto generó una disminución de ingresos tanto para empleadores como para trabajadores.
Los datos:
“El 8,2% de los ocupados perdió su empleo o no puede realizar su actividad por cuenta propia, el 39,3% está suspendido o debió dejar de trabajar. Además el 4,2% tiene licencia por ser parte del grupo de riesgo, el 22% está trabajando menos horas y sólo el 26,4% sigue trabajando como siempre o más horas”.
Esta situación generó un marcado descenso de los ingresos laborales: el 19,8% de los ocupados no cobró ni tuvo ingresos en el período de la cuarentena, el 44,2% vio reducidos sus ingresos y solo el 36% pudo disponer de los mismos o más ingresos.
Según detalla la UCA en el informe, “La inseguridad alimentaria total (inseguridad alimentaria severa + inseguridad alimentaria moderada) alcanzó para mayo de 2020 al 20% de los hogares del AMBA, mientras que las situaciones de mayor privación afectaron al 9%. Para ambos casos se registra un deterioro respecto del año 2019, dónde los niveles alcanzaban al 18% y al 6% respectivamente”.
También agrega que la inseguridad alimentaria alcanzó a estratos bajos, que aún teniendo una situación frágil “se encontraba fuera de la pobreza y de las posiciones más vulnerables”. En cuanto a los motivos del drástico incremento, destacan que las medidas de confinamiento impactaron directamente sobre los ingresos de las familias.
El rol del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE)
El estudio destaca el papel que cumplieron las asistencias adicionales dadas por el Estado. Entre ellas el IFE y la tarjeta Alimentar, así como la asistencia alimentaria directa (16,8%).
“En total, el 53,1% de los hogares del AMBA se encuentran actualmente asistidos en el contexto de Aislamiento”.
Agrega también que estas ayudas brindaron un piso mínimo de ingresos entre los sectores más pobres y vulnerables. Aunque aclara; “No sólo fueron insuficientes, sino que además no llegaron a todos los que sufrieron caídas de ingresos. A su vez, la tarjeta Alimentar habría tenido un efecto positivo en la protección respecto a las posibilidades de caer en la privación de alimentos más extremas”.
Por último, el estudio de la UCA revela que los trabajadores del Conurbano presentan un escenario más adverso que los de CABA. El mayor deterioro se observa entre los trabajadores cuenta propia. Son no profesionales, pequeños patrones, empleados de casas particulares y trabajadores informales de todas las categorías.