En las afueras de Resistencia, el Área Gran Toba ha sufrido el mayor índice de contagio de Coronavirus en Chaco. En la provincia se registraron 591 infectados y 32 muertes.
El gobierno de Jorge Capitanich se encuentra con una situación contextual que ya era precaria, en donde Resistencia se encuentra entre las ciudades con los índices más altos de pobreza.
El Área Gran Toba está conformada por los barrios Toba, Cheliyí, Crescencio López, América, Cotap y Camalote. Viven alrededor de 5000 personas y en poco tiempo se convirtió en el epicentro de la pandemia chaqueña. Desde el 27 de abril, que se reportó el primer caso y el 18 de mayo, el número de infectados pasó a 109 en pocos días. De los cuales ya se cuentan ocho fallecidos.
La situación exige un abordaje complejo en tanto confluyen variables que incluyen el aspecto económico ligado a las necesidades laborales de sus residentes, las condiciones de precariedad sanitarias y la infraestructura, pero también la brecha cultural.
Las medidas del gobierno chaqueño
Desde el gobierno se han promovido diversos abordajes. En un primer momento se centraron en la responsabilidad individual de los pobladores. Posteriormente se militarizó la zona y se realizaron cercamientos que evitaran la circulación libre.
El cerco de metal que se montó como cordón sanitario en el barrio generó enojo en referentes de las comunidades Imagen-Ministerio de Salud Pública de Chaco | Desmiento es un portal de noticias sobre actualidad política, económica y social argentina, de la Provincia de Buenos Aires y sus municipios.Se designó a una médica sanitarista con experiencia en la zona para abordar el trabajo y enmendar algunos errores previos.
También se implementó un espacio de aislamiento y, en caso de urgencias, se brinda atención en el hospital. Se hacen fumigaciones y trabajos permanentes de limpieza general.
De realidades e imaginarios
Desde el interior del Gran Toba y entre distintos referentes de las comunidades aborígenes chaqueñas circula la información de que el primer caso positivo en esos barrios habría sido el de un joven internado en el Hospital Perrando de Resistencia para una intervención quirúrgica. El joven habría contraído allí el COVID-19 y al retornar a su hogar habría desarrollado síntomas 5 días después.
Preocupa especialmente la acusación de que habrían sido “los tobas” los que trajeron la enfermedad a Resistencia, cuando los primeros casos detectados fueron no aborígenes que viajaron al exterior.
La Dra en Antropología y becaria posdoctoral CONICET-IICSAL; ICA (FFyL, UBA), Agustina Altman, se especializa en estudiar procesos de cambio religioso entre los grupos aborigenes del Chaco. En una entrevista para Foco en: i, expresó su preocupación frente a las estigmatizaciones que sufre la población aborigen:
“Estas emergencias generales son situaciones propicias para la activación de imaginarios sociales que ven en el aborigen el “otro” interno, estas “matrices o formaciones de alteridad” se vuelven especialmente activas en estas circunstancias. Ello lleva a que estas poblaciones especialmente vulnerables sean acusadas como origen de los males que se padecen”.
La estigmatización
En este sentido, trascendieron multiplicidad de publicaciones en redes sociales que señalan a los pobladores de la zona como los causantes del coronavirus en el territorio.
Según la investigadora Altman, lo problemático es que las propias estructuras del Estado no solo reproducen, sino que incluso amplifican estos imaginarios mediante acciones concretas, como la ocurrida en estos días en el Área Gran Toba donde el estado provincial construyó barricadas para restringir el desplazamiento de sus habitantes y se dan numerosas denuncias de violencia policial:
“Sin resolver las necesidades de abastecimiento ni articular con referentes y organizaciones qom. (…) Los agentes sanitarios aborígenes han ayudado a mejorar esa situación, pero su número, recursos y preparación resultan insuficientes. Además, la articulación con el conjunto del sistema de salud es en general escasa y muy asimétrica”.
En el diario zonal “Diario Norte” se rescata el relato de una mujer qom que llamó a un programa radial para explicar que muchos vecinos del barrio Toba creen que van a estar mejor en la casa que en el hospital. Además de reconocer que hay quienes confían más en terapias alternativas, denunció que en el barrio Villa Encarnación “a diario se vive una batalla campal con la policía”.
En este sentido, se advierte que desde el gobierno se deberá abordar el tema de una manera integral que contemple las particularidades del caso para que la situación no se les escape de las manos y para no reproducir las desigualdades y discriminaciones que se arrastran desde hace siglos.
Ezequiel Casartelli
Director Desmiento - Licenciado en Ciencia Política • Máster en Análisis de la Opinión Pública, Encuestas, Medios de Comunicación y Nuevas Tecnologías • Diplomado en Comunicación Política • Especializado en Data Intelligence.