Los volantes, distribuidos bajo puertas y en los parabrisas de autos, replicaban con notable similitud el diseño del billete real, incluyendo la figura del hornero y los colores característicos. A través de este material, se ofrecían “mil pesos en fichas” y bonos exclusivos para nuevos usuarios.
Sin embargo, Celuapuestas opera sin la autorización del Instituto Provincial de Lotería y Casinos, organismo que regula el juego en la provincia. Según la Ley 15.079 y el Decreto 181/2019, sólo siete operadores legales están habilitados en Buenos Aires, y ninguno de ellos puede utilizar publicidad engañosa ni prácticas que promuevan el acceso irresponsable al juego.
Una práctica ilegal y peligrosa
La plataforma, que afirma operar bajo una licencia de Curaçao, viola las normativas locales y pone a los usuarios en riesgo. Al aceptar pagos en pesos argentinos y prometer premios inmediatos, se expone a denuncias por fraude financiero, ludopatía y la falta de mecanismos de protección al consumidor.
“Es una barbaridad, porque el billete se confunde. Yo levanté uno de la calle y pensé que era real”, declaró un vecino al portal LaNoticia1.com. Esta confusión ha generado alarma entre los residentes, quienes temen que el uso de billetes falsos en la publicidad de actividades ilícitas marque un precedente preocupante.
Un eco del caso RainbowEX
Este escándalo surge apenas dos meses después de que explotara el caso RainbowEX, una supuesta estafa piramidal que involucró a cientos de inversores. La investigación judicial derivó en detenciones de figuras clave, como Luis Pardo y Lucas Liberatti, vinculados al esquema fraudulento en San Pedro.
El paralelismo entre ambos casos resalta un patrón: la proliferación de actividades ilegales que aprovechan la falta de regulación estricta y el desconocimiento de las normativas por parte del público.
El desafío de combatir la desinformación y el fraude
San Pedro se enfrenta a un problema que va más allá del escándalo local. La aparición de plataformas ilegales y la distribución de publicidad engañosa evidencian la necesidad de reforzar los controles y educar a la población sobre los riesgos del juego clandestino.
Por su parte, el Instituto Provincial de Lotería y Casinos recordó que sólo las plataformas autorizadas pueden operar en Buenos Aires, garantizando no sólo la legalidad, sino también medidas de juego responsable y la protección de los usuarios.
Mientras tanto, los vecinos de San Pedro esperan respuestas. “La ciudad no puede seguir siendo la capital de la timba”, reclamó un comerciante local, reflejando el hartazgo de una comunidad que siente que la ilegalidad está ganando terreno.