En momentos donde se discute el control de la Hidrovía y el vencimiento de las concesiones, otra discusión aflora de las entrañas del conflicto; la conservación de la bio diversidad y la problemática de las quemas no planificadas en el Delta Paraná. Problemas que se han ido agudizando con el correr de los años y que se encuentran en un punto límite, donde sí o sí, deben ser resueltos.
En el año 2020 amplias zonas adyacentes al Delta Paraná han sufrido quemas. Estas no solo afectan a las poblaciones urbanas cercanas, sino que además, ponen seriamente en riesgo a todo el ecosistema regional.
“No hace falta que las columnas de humo intoxiquen a los habitantes de Rosario y de la región para advertir que la quema indiscriminada del vasto humedal continúa, prácticamente a diario”, advierten desde los medios rosarinos.
Y es que las malas prácticas de parte de la población isleña; la explotación económica -no planificada- de la región, y la inacción del Estado (nacional, provincial o municipal), crean un coctel realmente devastador.
Día 34: Mientras la #LeyDeHumedalesYa sigue cajoneada en la comisión de agricultura y ganadería de @diputadosAR que preside @pitinruizaragon, en mayo se fueron 30mil hectáreas.
Los próximos meses será peor.
Apuestan a que a fin de año se caiga. https://t.co/wHzcerQ9sS pic.twitter.com/U4pD5HujBW— Cesar Massi (@CesarMassi) June 3, 2021
“La apertura de canales clandestinos, el desarrollo de los feedlot que han tabicado medio río sin que nadie les diga nada. Por eso, pensar que van a poder controlar los incendios, es un quimera”, advierte el ambientalista César Massi.
Comenzar a solucionar los problemas
En este escenario, es fundamental el trabajo en tres ejes bien marcados:
1 – Ciencia y Ambiente: en los países que planifican seriamente los dos aspectos son inescindibles. La Falta de preparación de los Decisores es determinante. Los sectores ambientales de Nación y las tres provincias (Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe) del PIECAS DP (Plan Integral Estratégico de Conservación y Aprovechamiento Sustentable del Delta del Paraná) no presentan, en general, Líderes con formación sólida en la temática.
Como consecuencia de ello, la definición técnica y conceptual de las líneas de acción es errática y, además, no se cumple con la Agenda comprometida:
a) “Faros de Conservación”: Sistema de Alerta Temprana, está planteado desde Agosto 2020 y a 10 meses de su anuncio no se ha implementado la infraestructura necesaria,
b) Trabajo territorial: no hay un vínculo sostenido con la Población isleña que permita trabajar la planificación de quemas prescriptas.
2 – El Territorio del Delta tiene un gran ausente: El Estado, tanto nacional como provincial. Los organismos que enuncian una participación de “gabinete” en el PIECAS no aparecen en el Territorio. Más aún, los cambios en la conducción de Parques Nacionales, que había asumido un liderazgo temático regional, conllevan a una pérdida de calidad de gestión por carencias de conocimiento profesional ambiental en la nueva cúpula institucional.
Hay alguna presencia, permanente pero acotada, de Instituciones de investigación (Universidades, INTA, CONICET). Es valiosa, pero está mayormente orientada a planes de investigación y actualización de diagnóstico de estado de los Ecosistemas. No contempla las actividades de extensión ambiental involucrando a la población isleña y una gestión de planificación territorial participativa.
3 – Si no se corrigen estas distorsiones (conceptuales, organizativas y de implementación), el riesgo de impacto sobre uno de los Humedales más importantes de la Argentina se cierne nuevamente, y con una proyección muy compleja y negativa.
Denis Vilardo: “Necesitamos volver al agua para construir un país distinto”
Ley de Humedales y bajante del Paraná
A todo esto se suma que el fenómeno meteorológico conocido como “La niña”, afecta y seguirá afectando el nivel del Rio Paraná, que según expertos podría alcanzar una baja histórica. Condiciones para nada deseables y muy favorables para los incendios.
“No es un adiós, sino que un hasta pronto, lamentablemente”, escribió en sus redes sociales el meteorólogo Gianfranco Marcone. De confirmarse el pronóstico, se extenderían en el tiempo los efectos de la bajante del río Paraná, que ya es la más importante de los últimos 50 años.
Por último, se suma el cajoneo de la denominada “Ley de Humedales”. Que obtuvo dictamen de mayoría en la Comisión de Recursos Naturales de la Cámara de Diputados en 2020 pero que hoy duerme en el Congreso. Para muchos, a consecuencia del fuerte lobby de sectores que pretenden explotar la zona.
“La principal falencia que tiene el Estado en general es el abandono del territorio. (…) El abandono del control de los humedales es el principal factor por el cual ocurrieron todos los desastres el año pasado y por el cual ocurren todos los desastres en la actualidad”, remarcó Massi, a la prensa.