El trabajo evaluó cinco dimensiones clave: gobernanza, desarrollo económico, condiciones sociales, medio ambiente e infraestructura tecnológica. A partir de estos ejes, se establecieron puntajes para cada municipio y un índice global de desarrollo estratégico.
Los resultados destacan a Vicente López y Tres de Febrero como los municipios con mejor desempeño general, al obtener puntuaciones superiores a tres en todas las categorías analizadas. Ambos lograron consolidarse como ejemplos de gestión equilibrada, con avances sostenidos en diversos frentes.
En contraste, distritos como Ezeiza y Moreno quedaron en los últimos puestos del ranking, con indicadores por debajo del promedio, especialmente en aspectos vinculados a infraestructura y medio ambiente. Esta última dimensión, de hecho, fue la que mostró los resultados más preocupantes: apenas tres municipios —Tres de Febrero, Vicente López y San Isidro— superaron los tres puntos, mientras que la mayoría quedó estancada en niveles medios o bajos.
El estudio también detalla cuáles fueron las fortalezas específicas de cada municipio. En materia de gobernanza, por ejemplo, Vicente López se ubicó a la cabeza con un puntaje de 3,76, seguido por San Isidro y San Miguel. En el eje económico, Tres de Febrero lideró con 3,57 puntos gracias a su capacidad para atraer inversiones y fomentar el ecosistema emprendedor. San Miguel volvió a destacarse en la dimensión social, con 3,59 puntos, en tanto que Vicente López se consolidó como referente en infraestructura tecnológica, rozando los cuatro puntos.
Uno de los aspectos más interesantes del informe es que ningún municipio se mantuvo en el primer puesto en todas las dimensiones, lo que refleja la complejidad de gestionar territorios tan diversos y la necesidad de políticas públicas más integrales. Mientras algunos logran sostener un desempeño homogéneo, otros muestran fuertes contrastes entre sus diferentes áreas de gobierno.
El «Índice de Gestión Estratégica de Ciudades» busca convertirse en una herramienta para la toma de decisiones y el diseño de políticas urbanas más eficientes. Desde la UBA advierten que este es apenas el primer paso de un estudio que se proyecta a futuro, con el objetivo de ampliar la mirada sobre una región clave para el desarrollo del país.
