ActualidadPolíticaPortadaFormosa y Santa Fe: contrastes electorales y una advertencia en común

Este domingo 29 de junio, Formosa y Santa Fe renovaron parte de sus autoridades en comicios marcados por resultados previsibles en lo político.
Diego Fernándezjulio 1, 20254 min
elecciones

Este domingo 29 de junio, Formosa y Santa Fe renovaron parte de sus autoridades en comicios marcados por resultados previsibles en lo político, pero también por señales que obligan a la reflexión: la participación ciudadana fue la gran protagonista, en dos sentidos opuestos.

En Formosa, la concurrencia fue alta —superando el 75%— y fortaleció una vez más el poderío del gobernador Gildo Insfrán, que obtuvo más del 67% de los votos. El oficialismo no solo retuvo el control de la Legislatura, sino que además logró el aval necesario para avanzar en una reforma constitucional que, según se prevé, le permitiría al mandatario buscar un nuevo mandato en 2027. La participación robusta fue leída por el PJ como un respaldo al modelo político provincial, mientras que la oposición tradicional volvió a quedar relegada y sin capacidad de disputa. En paralelo, La Libertad Avanza tuvo un debut sólido, con el 11% de los votos, consolidándose como una nueva fuerza en ascenso.

En contraste, Santa Fe vivió su elección con la participación más baja desde el regreso de la democracia: apenas el 46% en la capital provincial y el 48% en Rosario. Pese a esto, el oficialismo de Unidos para Cambiar Santa Fe, liderado por el gobernador Maximiliano Pullaro, logró imponerse en más del 80% de las localidades. En Rosario, el peronismo celebró el triunfo de Juan Monteverde, mientras que en la ciudad de Santa Fe, María del Carmen Luengo fue la candidata más votada al Concejo. La Libertad Avanza, en ambos distritos, también mostró fuerza como tercera vía.

Sin embargo, los datos fríos de los porcentajes no ocultan lo que preocupa a todos los sectores: la desafección creciente del electorado, reflejada en la escasa asistencia a las urnas. “Nos llama a la reflexión que la gente esté votando mucho menos en 42 años de democracia”, reconoció el propio Pullaro.

Mientras Formosa mantiene una lógica de movilización electoral sostenida, Santa Fe expone el desgaste del vínculo entre ciudadanía y política. Ambos escenarios son espejos del país: uno muestra continuidad de poder con fuerte presencia territorial; el otro, agotamiento institucional frente a una oferta electoral que no logra entusiasmar.

Diego Fernández

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